En el fútbol, cada detalle cuenta y el saque de banda no es una excepción. En el blog de esta semana, desde MBP School of Coaches, describimos seis objetivos que los equipos pueden utilizar en momentos determinados durante la fase ofensiva. Estos están vinculados a intenciones tácticas específicas y requieren una serie de movimientos coordinados para llevarlos a cabo.
Antes de entrar en detalles, es crucial entender tres conceptos clave para lograr estos propósitos: el objetivo del saque, la intención táctica y los movimientos de los jugadores.
Conceptos claves
El Objetivo del Saque (OS): Es el “qué” queremos lograr con la acción. Dependiendo de la finalidad—progresar en el campo, mantener el balón, cambiar de juego, o despejar el balón—generaremos diferentes movimientos.
Intención Táctica (IT): Definir si el objetivo es progresar, mantener, girar el juego, etc. Esto establece la base para los movimientos necesarios.
Movimientos de los Jugadores (MJ): Es el “cómo” logramos la meta. Se refiere a los comportamientos y acciones específicas de los jugadores para cumplir con la intención táctica del equipo.
Objetivos del Saque de Banda
1. Iniciar la Fase de Ataque
OS: Comenzar la fase ofensiva.
IT: Reiniciar el juego con un saque atrás para favorecer el inicio del ataque.
MJ: Los futbolistas detrás del balón se separan de sus marcadores, mientras los jugadores cercanos realizan movimientos de atracción. Esto es común en todas las zonas del campo (Z1, Z2, Z3).
2. Mantener el Balón
OS: Conservar la posesión del esférico.
IT: Acción combinada para buscar progresión en el juego.
MJ: Coordinación de varios receptores cercanos para liberar espacio y permitir un pase corto al sacador, facilitando la continuidad del ataque.
3. Atacar el Lado Contrario (Débil)
OS: Orientar el juego hacia el perfil opuesto.
IT: Dirigir la acción a espacios favorables en el carril contrario.
MJ: Pase corto a un receptor cercano o intermedio, que luego habilita a un compañero con tiempo y espacio para cambiar el juego. Esto puede ser mediante pases directos o largos a jugadores libres.
4. Despejar el Balón en Profundidad
OS: Alejar la pelota de la zona.
IT: Ganar metros rápidamente, minimizando riesgos en sectores presionados.
MJ: El receptor cercano se separa de su defensor y despeja el esférico en profundidad, buscando ganar la segunda jugada.
5. Atacar la Profundidad
OS: Superar la presión con una pelota en largo.
IT: Lanzar el esférico a la espalda de la línea defensiva rival.
MJ: Apoyos de atracción en la primera y segunda línea de pase para habilitar un desmarque al espacio por un receptor alejado. Requiere un lanzador con un saque potente y movimientos de engaño previos.
6. Atacar el Área
OS: Buscar una acción de finalización rápida.
IT: Producir una oportunidad de gol rápidamente.
MJ: Enviar el balón a un futbolista de referencia para que este genere una acción de prolongación o remate. Es crucial identificar al jugador más hábil en el juego aéreo, y coordinar los desplazamientos de los demás para maximizar las oportunidades de gol.
Conclusión
La efectividad en los saques de banda ofensivos puede marcar la diferencia en un partido. Al comprender y aplicar estos seis objetivos, los equipos pueden mejorar su rendimiento. Cada objetivo está diseñado para abordar situaciones específicas en el campo, desde iniciar una fase de ataque hasta buscar una finalización rápida en el área. La clave está en la coordinación y en la ejecución precisa de los movimientos por parte de los jugadores, siempre alineados con la intención táctica definida.