Planificar y programar los contenidos de entrenamiento es una parte fundamental a la hora de seleccionar y organizar qué entrenar con nuestro equipo. Pero, sobre todo, nos ayuda a determinar el momento en que entrenaremos cada uno durante la temporada.
Antes de definir los pasos que conforman una correcta programación de contenidos, es importante definir el concepto de “programación” y diferenciarlo del de “planificación”.
Mientras que la planificación hace referencia a la selección de contenidos que podemos llegar a entrenar con nuestro equipo según sus características y necesidades en relación con la comprensión del juego, la programación consiste en organizar esos contenidos de entrenamiento a lo largo de la temporada, los meses, las semanas y las sesiones de entrenamiento. Para ello, definimos cinco pasos que nos ayudarán a que esa programación siga una progresión lógica.
Figura 1. Los 5 pasos para programar los contenidos de entrenamiento en el período de iniciación. Fuente: MBP Coaches’ School
1. Priorizar
Consiste en seleccionar aquellos contenidos de entrenamiento que tengamos que empezar a entrenar a partir de la planificación previa de los contenidos que los jugadores necesitan dominar y mejorar. ¿Y cuáles serán esos contenidos? Se priorizarán aquellos de la sub-etapa anterior que aún no se hayan consolidado o aquellos más simples de la sub-etapa actual.
Por ejemplo, si los jugadores tuviesen que dominar la conducción, pero aún no lo hacen, deberemos priorizar ese contenido por delante de otros de la sub-etapa actual en la que se encuentra el equipo. Así, el equipo seguirá una progresión lógica de aprendizaje durante el período de formación.
2. Ordenar
Una vez sabemos qué contenidos entrenaremos primero, llega el momento de ordenarlos. Esa ordenación dependerá del número de entrenamientos a la semana que haga el equipo, y se agruparán los contenidos por tipología.
Por ejemplo, si el equipo entrena tres días por semana, podemos agrupar los contenidos ofensivos el día 1, los defensivos el día 2 y los colectivos el día 3. O los contenidos con balón el primer día y los contenidos sin balón el segundo día, en caso de entrenar dos días por semana.
Figura 2. Ejemplos de ordenación de contenidos según el número de días de entrenamiento a la semana. Fuente: MBP Coaches’ School
3. Secuenciar
Es un paso importante porque es donde se relacionan los contenidos de entrenamiento del mismo bloque a lo largo de la temporada. Tiene como objetivo facilitar el proceso de aprendizaje de los jugadores sobre esos contenidos. Para ello, hay que buscar un vínculo entre los contenidos, de manera que aparezcan en el juego de forma simultánea o encadenada para que sea más fácil poder relacionarlos en las sesiones de entrenamiento.
Por ejemplo: pase – desmarque – líneas de pase; regate – cobertura defensiva – profundidad; pase – doblamiento – superioridad numérica. Esos comportamientos pueden aparecer de forma simultánea o encadenada entre ellos en el juego. El objetivo de la secuenciación, por tanto, es dotar de relación los contenidos que se entrenan durante la semana.
Figura 3. Ejemplo de una secuencia de contenidos principales de entrenamiento para cuatro semanas, donde se puede apreciar la estrecha relación que existe entre ellos verticalmente. Fuente: MBP Coaches’ School
4. Conectar
Este paso consiste en relacionar los contenidos de entrenamiento de diferentes bloques (complementario y básico), con el objetivo de facilitar el proceso de aprendizaje de los jugadores sobre esos contenidos, y puede aplicarse en la programación del microciclo semanal, ya que implica la vinculación de los contenidos principales de entrenamiento con los complementarios, como las habilidades coordinativas, las habilidades perceptivas o la gestión de los espacios.
Para ello, hay que buscar un vínculo entre los contenidos de manera que muestren una estrecha relación en el juego para que sea más fácil poder enseñarlos en las sesiones de entrenamiento. Lo veremos más claro con algunos ejemplos:
Las aceleraciones y cambios de dirección tienen una relación directa con la conducción o con el desmarque, ya que se incluyen en esa habilidad principal del juego.
También podemos relacionar el pase con la percepción del espacio cercano, para que permita al posesor identificar al compañero libre. O los cambios de orientación con la distribución racional en el espacio, para disponer de jugadores correctamente ubicados sobre el terreno de juego que permitan movilizar el balón de un carril lateral al otro.
Figura 4. Estructura del microciclo semanal con la conexión entre contenidos del bloque básico y el bloque complementario. Fuente: MBP Coaches’ School
5. Temporizar
Por último, encontramos la temporización de los contenidos de entrenamiento, que consiste en especificar el tiempo de dedicación sobre cada contenido una vez los tengamos organizados durante la temporada.
Hay que tener en cuenta que el tiempo previsto para entrenar cada contenido y el real puede variar, por lo que se deberá ir ajustando según el ritmo de consolidación por parte de los jugadores. MBP (2014) recomienda entrenar solamente un contenido y consigna principal en cada sesión de entrenamiento, junto con otro contenido y consigna complementario. Por ejemplo: el marcaje (FBI sin balón) y la habilidad perceptiva del espacio cercano (complementario).
Finalmente, hay que tener en cuenta que los contenidos deberán repetirse durante la temporada para asegurar su comprensión y consolidación por parte de los jugadores, pudiendo variar su periodicidad.
Figura 5. Ejemplo de dos temporizaciones de contenidos. En la primera se repiten los mismos contenidos cada dos semanas, mientras que en la segunda se repiten al cabo de un mes. Durante la temporada, esos mismos contenidos podrán volver a entrenarse para consolidar consignas. Fuente: MBP Coaches’ School
Con ello, queda claro que el hecho de programar los contenidos nos dotará de una mayor organización y eficiencia en nuestro trabajo como entrenadores, siendo nuestra hoja de ruta a lo largo de la temporada.
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