En este momento estás viendo Tagliafico y Molina: Los laterales de la Selección Argentina de Scaloni

Tagliafico y Molina: Los laterales de la Selección Argentina de Scaloni

En un equipo donde todas sus líneas son sobresalientes, hoy queremos hablar sobre la importancia que tienen los laterales en la actualidad de la Selección ArgentinaPara ello, vamos a analizar analizaremos los comportamientos ofensivos más habituales de Nicolás Tagliafico y Nahuel Molina, piezas clave en el esquema de Lionel Scaloni. 

argentina scaloni tagliafico molina laterales

1. Dotar de amplitud ofensiva al conjunto

La Selección Argentina, dirigida por Lionel Scaloni, ha utilizado principalmente un esquema 4-3-1-2. Sin embargo, para el último compromiso ante Brasil —partido en el que nos vamos a centrar—, empleó un 4-1-4-1. 

Bajo esta organización táctica, el entrenador prescindió de extremos clásicos, y fueron los laterales (Tagliafico y Molina) los encargados de aportar amplitud y profundidad a los ataques. Es decir, ambos jugadores adoptaron comportamientos típicos de extremos durante la fase ofensiva. 

Esta estrategia provocó que los laterales rivales, en este caso Wesley y Arana, no tuvieran una referencia clara de marca. La ocupación interior por parte de los mediocampistas ofensivos de Argentina generaba dudas en la línea defensiva brasileña, y eran los laterales argentinos quienes atacaban el espacio por fuera, desorganizando al rival. 

argentina scaloni tagliafico molina laterales

 

2. Generar situaciones de superioridad numérica

La función de Tagliafico y Molina no se limita a abrir el campo. Durante la fase ofensiva, también son clave para generar situaciones de superioridad numérica en los carriles laterales 

Cuando el balón está en posesión de un extremo o de cualquier jugador cercano a banda, los laterales aportan soluciones mediante desmarques —tanto de apoyo como de ruptura— ya sea por fuera (banda) o por dentro (carril interior). Siempre con una intención táctica clara: ofrecerse como opción de pase o, en ciertos momentos, funcionar como distracción para liberar espacios, como ocurrió en el primer gol de Argentina ante Brasil. 

Para lograrlo, aplican distintos fundamentos individuales ofensivos, como: 

  • Incorporarse a zona de finalización, atrayendo marcas y generando espacio.
  • Realizar coberturas ofensivas, garantizando equilibrio cuando un compañero llega a posiciones de finalización.

Este dinamismo y coordinación permite que la estructura ofensiva no pierda balance, incluso cuando hay alta ocupación del campo rival. 

 

3. Jugar a “llegar” y no a “estar”

Otra de las conductas más habituales en ambos jugadores es la ejecución del principio ofensivo de “jugar a llegar y no a estar”. Este comportamiento se da cuando el esférico se encuentra en un sector del campo y los laterales aprovechan el lado débil del rival mediante el fundamento individual de “incorporarse a la zona de finalización en cambios de orientación”. 

Este patrón se evidenció claramente en el cuarto gol del partido ante Brasil, donde Tagliafico atacó desde el lado débil y fue determinante en la finalización de la jugada. Sin embargo, es importante destacar que no se trató de una acción aislada, sino de un comportamiento táctico que se ha repetido constantemente a lo largo del proceso liderado por Scaloni. 

Los laterales se proyectan por fuera para generar amplitud, y a partir de ahí se sincronizan con las llegadas de los volantes por los pasillos interiores. Esta coordinación ha sido una herramienta ofensiva muy eficaz y refleja cómo la función del lateral en esta Selección trasciende el rol tradicional, convirtiéndolos en piezas clave en la construcción y finalización de las jugadas. 

argentina scaloni tagliafico molina laterales  

 

Conclusión 

La Selección Argentina de Lionel Scaloni ha sabido evolucionar su modelo de juego incorporando variantes tácticas que potencian el rendimiento colectivo. En ese contexto, el rol de los laterales —tradicionalmente asociado a funciones defensivas— ha cobrado una nueva dimensión. 

Tanto Nicolás Tagliafico como Nahuel Molina han demostrado ser mucho más que simples ocupantes de la banda. Su capacidad para aportar amplitud, generar superioridades numéricas y atacar desde el lado débil con el principio de “llegar y no estar” los convierte en piezas estratégicas dentro del engranaje ofensivo del equipo. 

Lejos de ser un recurso ocasional, su participación en los diferentes patrones de juego refleja un trabajo sistemático y planificado que ha sido clave en el éxito reciente de la Selección. Así, los laterales argentinos no solo complementan el juego, sino que también lo enriquecen, evidenciando la evolución del fútbol moderno, donde cada posición puede ser determinante.

Deja una respuesta