Si bien es cierto que la creación de tareas de entrenamiento es un aspecto importante para cualquier entrenador/a, también lo es el estilo de comunicación con sus jugadores/as durante las sesiones.  

¿Qué tipo de mensaje utilizas habitualmente en tus tareas de entrenamiento? ¿Acostumbras a dar la solución a tus jugadores/as o les haces preguntas? Si eres de los/as que les da la respuesta a la situación de juego significa que utilizas el estilo del mando directo. En cambio, si utilizas preguntas para que ellos encuentren la solución, estás utilizando el descubrimiento guiado. Vamos a analizar cuál de los dos estilos es más útil. 

1. Mando directo 

El mando directo es un estilo de enseñanza en el cual el entrenador/a da órdenes directas a los jugadores/as para que resuelvan las situaciones de juego sin tener que pensar en la solución. Se limitan a ejecutar. 

Ese estilo de enseñanza puede ser útil, sobre todo, en tres situaciones, que presentamos a continuación: 

Situación 1. Por un lado, se utilizará en la fase organizativa de las tareas, es decir, durante el tiempo que estamos recordando las normas y puntuaciones de un ejercicio o juego. De esta forma nos aseguraremos de que los jugadores/as entienden el funcionamiento. 

Situación 2. Por otro lado, se recomienda mucho en los trabajos de habilidades coordinativas, ya que estas buscan una reproducción eficiente de movimientos concretos por parte de los jugadores/as y no un análisis de situaciones de juego. Veamos un ejemplo en una tarea de entrenamiento. 

Imagen 1. Ejemplo de un circuito coordinativo para entrenar los saltos y los desplazamientos (HMB), y la protección de balón (HME). Fuente: MBP 

En el ejemplo anterior se puede ver como el feedback del entrenador/a se centra directamente en qué tienen que hacer los jugadores/as para poder desplazarse más rápido, así como proteger el balón teniendo en cuenta la posición corporal respecto al balón. 

Situación 3. Por último, será útil en los ejercicios analíticos y trabajos de patrones, ya que serán tareas donde se buscará una interiorización rápida de los conceptos de juego por parte de los jugadores/as, tanto a nivel coordinativo como de conceptos de juego, como puede ser acciones del plan de partido. A continuación, mostramos un ejemplo de cada tipo de estrategia didáctica: 

Imagen 2 y 3. Ejercicio analítico para entrenar el tiro de forma coordinativa; y trabajo de patrones para introducir la creación y ocupación de espacios. Fuente: MBP 

2. Descubrimiento guiado 

El descubrimiento guiado busca potenciar los procesos mentales de los jugadores/as y, por tanto, desarrollar su nivel de comprensión del juego. Para ello, el entrenador/a deberá formular preguntas durante las tareas para que los jugadores/as encuentren la solución con su ayuda. 

Ese estilo de enseñanza será útil cuando vayamos a entrenar contenidos tácticos, precisamente donde los jugadores/as tengan que interpretar diferentes situaciones de juego. Para ello, podremos hacer dos tipos de preguntas: 

Preguntas abiertas: esas preguntas serán menos concretas, y se podrán utilizar con aquellos jugadores que tengan un mayor nivel de comprensión del juego. Por ejemplo: “¿Dónde está el espacio libre?”, “¿Qué compañero está libre?”, “¿Cuándo es el mejor momento para desmarcarte? ¿Por qué?”.   

Preguntas cerradas: serán preguntas más concretas respecto de las anteriores, y son más recomendables para aquellos jugadores/as con menor nivel de conocimiento del juego o que recién se inician en la práctica deportiva. Por ejemplo: “¿Dónde está el espacio libre, a la derecha o a la izquierda?”, ¿Qué compañero está libre, el lateral o el central?”, ¿Cuándo es el mejor momento para desmarcarte, cuando el defensor te mira a ti o al balón?”.  

Finalmente, tanto si las preguntas son abiertas o cerradas, estas deberán girar en torno a la consigna que estemos entrenando, para que los jugadores/as la aprendan. 

Imagen 4. Ejemplo de un juego de posición de ventajas para entrenar las líneas de pase. Fuente: MBP 

Con todo ello, queda claro que el objetivo del mando directo es conseguir que los jugadores/as reproduzcan rápidamente lo que buscamos, y será más útil para recordar el funcionamiento y normas de las tareas y para entrenar habilidades coordinativas. En cambio, el descubrimiento guiado nos permitirá poner el foco en aspectos tácticos del juego y que los jugadores/as reflexionen sobre las posibles soluciones a las situaciones de juego. Por tanto, ambos serán muy útiles en nuestras sesiones de entrenamiento, siempre dependiendo de qué tipología de contenido queramos entrenar. 

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