En blogs anteriores describimos 9 pasos que nos pueden ayudar a diseñar mejores tareas de entrenamiento, pero también es fundamental saber cómo llevarlas a cabo. ¿Te cuesta organizar la información que tienes que dar a tus jugadores? En este blog te proponemos 3 pasos que te pueden ayudar con la puesta en marcha de tus tareas de entrenamiento. 

Desde MBP Coaches’ School definimos tres fases dentro de cada tarea de entrenamiento que permitirán al entrenador organizar y transferir mejor la información a sus jugadores durante el entrenamiento. Estas fases son: la fase organizativa, la fase de ajuste y la fase de enseñanza-aprendizaje. Vamos a ver en qué consiste cada una y cómo nos pueden ayudar. 

Fase 1: organizativa 

La fase organizativa es aquella en la que el entrenador da información breve y descriptiva únicamente sobre los aspectos que permiten iniciar la tarea rápidamente. Es decir, anunciamos la estrategia didáctica, los equipos (organizados previamente), el espacio y sub-espacios de juego, las normas y puntuación que se utilizará inicialmente y, por último, nos deberemos asegurar de que todos los jugadores entienden el funcionamiento de la tarea.

Hay que ser lo más eficientes posible con el tiempo en esta fase, por lo que es recomendable informar de esos factores siempre en el mismo orden (el que prefiera el entrenador).

Por ejemplo:  

Con ello, ya podremos iniciar. Ahora bien, solo se podrá pasar a la siguiente fase (de ajuste) una vez los jugadores sepan cómo se juega y aparezcan las situaciones de juego deseadas para trabajar el contenido principal. Así, cualquier ajuste organizativo que impida o dificulte excesivamente el funcionamiento básico de la tarea deberá hacerse lo antes posible. Algo habitual suele ser aumentar o disminuir el tamaño del espacio o sub-espacios.  

Fase 2: ajuste 

Con la certeza de que los jugadores entienden el funcionamiento básico de la tarea y de que aparecen las situaciones de juego que buscamos, será momento de realizar los ajustes que creamos necesarios para mejorar el funcionamiento del juego. Para ello, podremos realizar dos tipos de ajuste: sobre la puntuación o sobre la normativa.  

En el primer caso implica agregar puntuación extra que incentive el uso del contenido principal. Siguiendo con el ejemplo anterior:  

En el segundo caso, hacemos referencia al uso del gradiente, que nos permitirá ajustar la dificultad de la tarea según las necesidades de los jugadores: 

Hay que decir que esta fase deberá ser lo más breve posible, ya que lo más importante será disponer de más tiempo para la tercera fase: la de enseñanza-aprendizaje. 

Imagen 1. El entrenador realiza los ajustes que cree necesarios en la tarea para mejorar su funcionamiento. Fuente: Coaches’ voice 

Fase 3: enseñanza-aprendizaje 

La tercera y última fase es la más importante, ya que es donde deberemos asegurarnos de que los jugadores aprenden el contenido y consigna que estamos entrenando a partir de las situaciones de juego que les propone la propia tarea. Para ello, es muy importante que destinemos entre un 60-70% del tiempo de la tarea a esta fase. Por ejemplo: si el total de la tarea es de 15 minutos, deberíamos disponer de, al menos, unos 10 minutos para esta fase.  

¿Y qué deberá hacer el entrenador entonces? Ahí será fundamental que preste atención a las acciones de sus jugadores y les corrija o haga preguntas en base al contenido y consigna principales, de modo que la respuesta a las preguntas sea la propia consigna.  

Para ello, hay que obviar otros posibles contenidos que puedan aparecer en el juego, ya que el objetivo es que los jugadores focalicen su atención sobre aquello que queremos que aprendan.  

Imagen 2. El entrenador da indicaciones a los jugadores durante la fase de enseñanza-aprendizaje. Fuente: Coaches’ voice 

Manteniendo el mismo ejemplo que antes, el entrenador podrá incidir en la conducción de la siguiente forma: “¿Por qué se te ha ido el balón?”; “¿Con qué parte del pie condujiste?”; “¿Qué parte debes usar cuando tienes al rival cerca?”. 

Esperamos que estos consejos te ayuden a organizar mejor tus tareas de entrenamiento y a ser más eficiente en la transmisión de la información. 

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