El fútbol es un deporte que exige a los jugadores tomar decisiones en fracciones de segundo. Desde elegir el pase correcto hasta definir frente a portería, cada acción en el juego requiere una combinación de percepción, toma de decisión y ejecución. En este contexto, la neurociencia ha emergido como una disciplina científica clave para entender y mejorar la capacidad decisional de los futbolistas, ya que, a través del estudio del cerebro y sus procesos, se pueden optimizar los mecanismos cognitivos que influyen en el rendimiento sobre el campo.
La neurociencia aplicada en el entrenamiento tiene como objetivo entrenar y potenciar las funciones ejecutivas de la mente para mejorar el rendimiento motriz. Se puede entrenar la atención, la memoria, el ciclo percepción-acción, la toma de decisiones o la inhibición de los impulsos, entre otras funciones. Seguidamente presentamos algunos aspectos clave:
1. El papel del cerebro en la toma de decisiones
La toma de decisiones en el fútbol es un proceso complejo que involucra varias regiones del cerebro. Uno de los aspectos más fascinantes es la capacidad del cerebro para reconocer patrones y predecir escenarios futuros. En ese sentido, los futbolistas de élite desarrollan una memoria de trabajo avanzada; es decir, son capaces de procesar múltiples estímulos al mismo tiempo y anticiparse a lo que sucederá en el juego.
Imagen 1. Pedri en un partido de LaLiga con el FC Barcelona. Fuente: Shutterstock
De hecho, un estudio realizado por Ibarra (2019) determinó que el procesamiento de la información de esos futbolistas es el doble de rápido que el de la población general. Esta habilidad es clave en situaciones de alta presión, donde un solo segundo de ventaja puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
2. Factores clave en la toma de decisiones
- Percepción y atención:
El primer paso para tomar una decisión eficaz es percibir correctamente el entorno. La visión periférica y la exploración visual son esenciales para detectar el movimiento de compañeros, rivales y el balón. Los jugadores con una mejor capacidad perceptiva logran anticiparse a las acciones y reaccionar con mayor rapidez.
Imagen 2. Tarea de entrenamiento para mejorar la atención selectiva de los jugadores en situaciones variables. Fuente: Coaches’ Voice
Con ello, el entrenamiento de la atención selectiva es fundamental para filtrar información relevante y evitar distracciones. Ejercicios que incorporan múltiples estímulos, como tareas reducidas con variaciones en las reglas, ayudan a mejorar esta habilidad.
A continuación, mostramos dos ejemplos de tareas para entrenar habilidades perceptivas:
Tarea 1:
Tarea 2:
- Rapidez cognitiva y memoria de trabajo
La rapidez con la que un jugador procesa la información influye directamente en su rendimiento. En el fútbol, donde las situaciones cambian constantemente, la memoria de trabajo juega un papel esencial. Este tipo de memoria permite retener información a corto plazo y utilizarla para tomar decisiones en tiempo real.
Los jugadores expertos tienen la capacidad de dar respuestas más creativas y eficientes sin necesidad de procesar toda la información. En lugar de analizar cada detalle de forma aislada, su cerebro accede rápidamente a experiencias previas y selecciona la mejor opción de manera casi automática. Según afirmaron Naito y Hirose en un estudio realizado en 2014, “una actividad cerebral reducida genera menos carga, lo que le permite realizar muchos movimientos complejos a la vez, y de esta forma su respuesta le permite tener más neuronas libres para hacer otras cosas o anticiparse a otras situaciones”.
Imagen 3. Florian Wirtz en un partido de la Bundesliga con el Bayer Leverkusen. Fuente: Shutterstock
- Control emocional y estrés
El estrés y la presión afectan la calidad de las decisiones. La activación excesiva del sistema límbico puede generar respuestas impulsivas o bloqueos mentales. Por esta razón, es crucial entrenar la gestión emocional para que los jugadores mantengan la calma en momentos críticos, ya que, al reducir la ansiedad, los futbolistas pueden procesar la información de manera más eficiente y tomar mejores decisiones bajo presión.
3. Aplicaciones de la neurociencia en el entrenamiento
La mayoría de las decisiones que toman los futbolistas, por el poco tiempo que tienen para resolver las situaciones de juego, vienen de una vía más emocional que racional (es decir, con mayor influencia del sistema límbico sobre el cerebro racional). De lo contrario, se sospesarían los pros y los contras y sería demasiado tarde, produciéndose una parálisis por análisis que sería sumamente perjudicial para el rendimiento deportivo.
De esta forma, las situaciones más complejas se solucionan de manera inconsciente. Esta es una de las razones por las cuales es conveniente entrenar desde la variabilidad y la complejidad del deporte, aportando las experiencias necesarias en el cerebro y así estar predispuesto a realizar y solucionar situaciones complejas en el juego o desarrollo de la actividad.
Imagen 4. Kevin De Bruyne y Kilian Mbappé en un partido de la Copa del Mundo. Fuente: Shutterstock
Con todo lo anterior, podemos afirmar que la toma de decisiones en el fútbol no es solo una cuestión de habilidad técnica, sino también de procesamiento cerebral. La neurociencia ha demostrado que el rendimiento de los jugadores puede optimizarse a través del entrenamiento cognitivo, mejorando la percepción, la rapidez mental y la regulación emocional. Integrar estos conocimientos en la preparación de los futbolistas no solo les brinda una ventaja competitiva, sino que también contribuye a su desarrollo integral dentro y fuera del campo.
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