¿Cómo organizas tus sesiones de entrenamiento? ¿Crees que repercuten favorablemente sobre el aprendizaje de tus jugadores? En este artículo queremos darte 4 consejos que te pueden ayudar a hacer que tus sesiones potencien el aprendizaje de tus jugadores. 

Como entrenadores, siempre buscamos que nuestros jóvenes jugadores mejoren sus habilidades a partir de las tareas de entrenamiento que llevamos a cabo en nuestras sesiones. Para ello, proponemos 4 consejos: 

Figura 1. Resumen de los 4 claves para potenciar el aprendizaje de los jugadores en las sesiones de entrenamiento. Fuente: MBP Coaches’ School

1. Adaptarnos a sus características y necesidades 

Lo primero de todo es ser conscientes de a quien estamos entrenando y enseñando. En blogs anteriores (septiembre 2024 – blog 2) hablamos de los 4 principios psicopedagógicos que nos ayudan a mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje con nuestros jóvenes jugadores. Y es que el hecho y de adaptar los contenidos de entrenamiento y los elementos del entorno a lo que realmente necesitan y son capaces de aprender es un aspecto fundamental para ayudarles a crecer y mejorar futbolísticamente. 

Para ello, debemos poner el foco en lo que deben aprender más que en ganar partidos, y para ello tienen que entrenar los contenidos más adecuados en cada momento de su desarrollo. Por tanto, como entrenadores en el período de formación tendremos la responsabilidad de identificar esos comportamientos y ayudar a nuestros jugadores a comprenderlos y aplicarlos en el juego. 

2. Diseñar tareas que permitan entrenar el contenido deseado 

Una vez sabemos qué tenemos que entrenar con nuestros jugadores, el siguiente paso será diseñar tareas adecuadas que fomenten el entrenamiento de esos contenidos; es decir, diseñar cómo los entrenaremos. Para ello, será muy importante que esas tareas favorezcan el trabajo de esos contenidos, utilizando normas y puntuaciones que se ajusten a esas necesidades. Eso no significa que siempre tengan que ser tareas globales y de alta complejidad, sino que las estrategias didácticas deberán elegirse en función de cada contenido.  

Por ejemplo, si queremos entrenar un contenido táctico como pueden ser las líneas de pase, puede ser muy adecuado el uso de una tarea global y de alta especificidad, como un juego de posesión o un juego real condicionado (ver figura 2). En cambio, si queremos entrenar una habilidad coordinativa como los cambios de dirección y aceleraciones, puede que un juego o un circuito coordinativos sea mejor, por el simple hecho de que nos permite realizar muchas repeticiones de esas habilidades y focalizar mucho más la atención en su ejecución (ver figura 3). 

 Figura 2 y 3. Juego de posesión y circuito coordinativo para entrenar conceptos tácticos y habilidades coordinativas con balón, respectivamente. Fuente: Coaches’ Voice 

3. Aumentar el tiempo de práctica útil 

Si las tareas que diseñamos son muy buenas, pero no aprovechamos correctamente el tiempo del que disponemos para entrenar, no le estaremos sacando todo el partido a esas situaciones. Llegados a ese punto, tan importante es que las tareas estén bien diseñadas como saber aprovechar el tiempo de práctica durante la sesión. Para ello, debemos gestionarlo muy bien, tanto para los descansos como en las explicaciones de cada tarea. 

Así, es muy recomendable ordenar la información que tenemos que dar antes de empezar cualquier tarea, de manera que podamos ser los más breves y concisos posible, sin dejarnos ninguna información importante (febrero 2025 – blog 1). Por ejemplo:  

Figura 4. Los cinco aspectos de los que debemos informar a los jugadores antes de cada tarea. Fuente: MBP Coaches’ School 

Con ello, los jugadores entenderán mejor el funcionamiento de cada tarea y podrán empezar a jugar rápidamente. Una vez empezadas, recomendamos parar el juego solamente cuando sea estrictamente necesario (para dar alguna explicación importante o realizar algún ajuste necesario). Eso sí, que cuando lo hagamos estemos aportando información de valor a los jugadores. 

4. Utilizar una comunicación clara durante las tareas 

El punto anterior nos lleva a este. Es decir, que las intervenciones del entrenador durante las tareas deberán enfocarse, en su mayoría, sobre el contenido y consigna principales que queremos que los jugadores aprendan. Para ello, recomendamos dos tipos de estilos de enseñanza que nos pueden ayudar. El mando directo, que será muy útil para todas aquellas tareas que quieran poner el foco en alguna habilidad coordinativa de los jugadores; o el descubrimiento guiado, más recomendado para entrenar conceptos tácticos y desarrollar la estructura cognitiva de los jugadores; es decir, su capacidad de comprensión del juego. 

Mientras que con el mando directo el entrenador podrá intervenir constantemente porque serán tareas más repetitivas, con el descubrimiento guiado deberá hacerlo solo en las situaciones donde aparezca -o debería aparecer- el contenido y la consigna a entrenar, debiendo seleccionar muy bien qué preguntar a los jugadores, cómo y cuándo hacerlo para que estos se focalicen en la situación de juego y la consigna entrenada. 

Por ejemplo, si estamos entrenando la conducción, con la consigna de “conducir más cerca o más lejos del pie en función de la distancia con el defensor”, podríamos preguntar: “¿Cómo podrías haber conducido para ir más rápido?; ¿Tenías algún defensor delante?”. 

Con todo ello, buscamos sacar el máximo provecho de nuestras sesiones de entrenamiento, desde su diseño hasta su implementación, y que nuestros jóvenes jugadores sean conscientes de qué están aprendiendo, cómo deben ejecutarlo y cuándo pueden utilizarlo durante el juego. En definitiva, que sean sesiones significativas. 

¿Quieres mejorar tu formación y la de tus jugadores? 

En el curso de Experto en Fútbol Formativo Online aprenderás a identificar las principales características de los jóvenes jugadores y a clasificarlos según su nivel de comprensión del juego. Todo ello te permitirá seleccionar los contenidos de entrenamiento más adecuados según sus necesidades y, consecuentemente, aprenderás a diseñar sesiones y tareas de entrenamiento que respeten y favorezcan sus procesos de aprendizaje para, con el tiempo, ayudar a formar mejores jugadores.