Es un hecho que, en la actualidad, el FC Barcelona ha vuelto a ser un equipo mediático y protagonista, y no es para menos. Tácticamente, el trabajo de Hansi Flick para potenciar a cada uno de sus jugadores en las diferentes líneas se refleja en cada partido y competencia. Tanto es así que, en LaLiga, se mantienen como líderes del torneo, mientras que en la Champions League comienzan a vislumbrarse como uno de los favoritos para ganar el título.
Pero, ¿cuáles han sido las claves de este equipo? Existen muchos factores, pero hoy me enfocaré en dos jugadores que han sido piezas fundamentales en el gran momento que vive el conjunto blaugrana. A pesar de jugar en la misma posición, sus diferentes características han hecho que el ataque del equipo catalán sea uno de los más efectivos en el fútbol actual. Por supuesto, me refiero a Lamine Yamal y Raphinha.
Comenzaremos con el más joven, Lamine Yamal, quien, a sus 17 años, parece tener una amplia experiencia en el fútbol. Sus características lo convierten en una de las mayores promesas con gran proyección a futuro.
Aquí te muestro tres fundamentos individuales que destacan en cada partido:
Lamine
1. Ataca al defensor en situaciones mano a mano con ventaja espacial
Lamine es un jugador gambeteador y atrevido. Le gusta encarar en el uno contra uno cuando detecta suficiente espacio, ya sea por dentro o por fuera, a espaldas de su defensor directo. La mayoría de las veces sale vencedor, lo que lo convierte en uno de los jugadores más desequilibrantes por las bandas.
Su brillante habilidad técnica con el balón, especialmente con su pierna izquierda, sumada a su dominio corporal, lo hacen casi imposible de frenar.
2. Centrar al espacio más ventajoso para el delantero
Lamine Yamal está siendo uno de los jugadores más influyentes en la generación de goles dentro del FC Barcelona. Uno de los principales motivos es su brillante técnica en los centros laterales.
El canterano blaugrana domina a la perfección las zonas de centro, lo que le permite colocar el balón en el lugar preciso para otorgar más tiempo y espacio a su compañero en la acción del remate. Asimismo, el dorsal 17 ejecuta con maestría los centros, destacando especialmente en el golpeo “de tres dedos”. Su precisión le permite enviar el esférico al área correcta, ya sea con un centro bombeado, raso o retrasado hacia el punto de penalti.
3. Fija al poseedor ante la posibilidad de ser doblado
Esta es una de las características más evidentes cuando el juego se desarrolla por el sector derecho del FC Barcelona. Gracias a su estructura socioafectiva, el extremo ha logrado una magnífica compenetración con el lateral de su mismo sector, en este caso, el francés Jules Koundé.
Es común ver que, cuando Lamine ataca a sus defensores y los fija en situaciones de uno contra uno, Koundé inicia su carrera para doblar a su compañero, creando una situación de superioridad numérica. A partir de ahí, surgen las sinergias entre ambos y, a través de rápidas asociaciones, logran generar situaciones de peligro para su equipo.
Raphinha
Por otro lado, tenemos a Raphinha, quien, a diferencia de Lamine Yamal, no es el típico brasileño que la gente espera ver pisando el balón y regateando a sus rivales. Sus características se asemejan más a las de un jugador con gran velocidad y visión de juego, que además destaca por su potente y preciso disparo a portería.
Gracias al esquema táctico de Hansi Flick, ha encontrado una gran libertad para moverse no solo por la banda derecha, sino que, en muchas ocasiones, también ocupa los carriles centrales como mediapunta o enganche, aprovechando las segundas jugadas y los rebotes en el área chica. Esto le ha permitido tener una de sus mejores temporadas como goleador del equipo.
Al igual que con Lamine Yamal, vamos a destacar los tres comportamientos individuales más frecuentes del brasileño dentro del terreno de juego.
1. Genera ventajas a través del control orientado al balón
Esta es una de las principales características de Raphinha. Es común ver que, cuando recibe el balón, orienta su cuerpo para dirigir el esférico hacia el espacio más ventajoso y así progresar en el juego. Por ejemplo, puede orientar el control hacia el defensor para atacarlo cuando tiene suficiente distancia para sacar ventaja, o bien optar por un control de seguridad para proteger el balón y avanzar en la jugada.
Gracias a la correcta ejecución de este fundamento, sumada a su gran velocidad, se ha convertido en la vía de desahogo del Barcelona en los contraataques. Todo ello le ha permitido marcar goles en momentos decisivos, como el 4-5 en el minuto 95 ante el Benfica en la fase de grupos de la Champions League o su hat-trick ante el Bayern Múnich.
2. Buscar la espalda de los defensores
Otra de las especialidades de Raphinha es movilizar el ataque mediante desmarques en diagonal y en profundidad hacia la portería, ganando la espalda de los laterales. En muchas ocasiones, esto no solo le permite progresar en la jugada, sino también quedar frente al arco, donde, gracias a sus habilidades técnicas previamente mencionadas, ha logrado finalizar con el balón en las redes.
Ahondando en la ejecución de este fundamento, observamos cómo el brasileño domina a la perfección los timings entre su desmarque y el pase de su compañero, logrando así evitar el fuera de juego. Además, mantiene una distancia óptima con respecto al defensor, ya que, al no acercarse en exceso, hace que este pierda la referencia visual, evitando que pueda entorpecer su carrera.
3. Crearse el espacio para el desmarque
Por último, otra de las grandes virtudes del brasileño, además de ofrecer amplitud y profundidad en el último tercio o ocupar espacios más interiores en función de quién sea su pareja de baile, es la de “generarse” su propio espacio de desmarque. Este comportamiento lo realiza a través de “fintas”, yendo hacia el balón, jalando su marca y, enseguida, moviéndose al espacio generado a la espalda de su defensor. Así es como él mismo se crea estos huecos para que, con su velocidad, pueda ganar la posición y quedar mano a mano contra el portero o en situaciones de ventaja espacial.
4. Ofrecer apoyo entre línea de medios y defensa adversaria
Otra de las virtudes de Raphinha, especialmente cuando actúa como mediocentro avanzado, es la de aprovechar los espacios interiores, específicamente los intervalos interlineales entre la línea defensiva y la línea de medios rivales. Gracias a ello, logra ofrecer a sus compañeros líneas de pase en progresión, consiguiendo así dar verticalidad al juego en sus recepciones.
Además, no solo se trata de saber qué espacio ocupar, sino también cuándo ocuparlo, ya que el futbolista “aparece” en vez de “estar”, logrando sorprender al rival y evitar ser marcado.
Cabe destacar que esta “nueva” demarcación ocasional del carioca está relacionada con el modelo de juego de Hansi Flick y el rol de Balde en ataque. El lateral izquierdo es el encargado de garantizar la amplitud en el sector izquierdo y generar los espacios interiores para que el nº 11 pueda ocuparlos y aprovecharlos.
En conclusión, aunque ambos jugadores juegan en la misma posición, podemos identificar sus diferentes cualidades, lo cual enriquece aún más a este equipo que ha vuelto a ser protagonista a nivel mundial. Cabe destacar que nada de esto sería posible sin la ayuda de los laterales Alejandro Balde y Jules Koundé, quienes, gracias a su gran asociación por las bandas y la profundidad que le dan al equipo, han contribuido a que tanto Lamine Yamal como Rafinha puedan potenciar su juego individual, incluso por los carriles centrales.
Esto, sumado a la asociación que tienen con un 9 como Lewandowski y jugadores de recuperación y creación como Pedri, Gavi y Olmo, hace que la ofensiva del Barcelona sea una de las más efectivas de la actualidad. Sin duda, estos dos jugadores están siendo piezas fundamentales del éxito del Barcelona esta temporada, y no tenemos dudas de que seguirán marcando la diferencia. Por lo tanto, ¿por qué no comenzar a pensar en un equipo de época con Hansi Flick?
